¿ Qué fallo no le perdonas a una novela ? ►
Todos nosotros, como lectores, tenemos en mente, aunque a veces de forma invisible, una lista de cosas que no le perdonamos a una novela.
Siéntate con nuestros tutores en esta Mesa Redonda Virtual, lee sus opiniones y deja la tuya.
Estas son sus opiniones:
José Juan Picos, tutor de ► Novela Histórica
Como tutor de Novela Histórica y lector del género, acabo de pasar por esa situación: no soporto a los autores trileros (y a las editoriales, claro). Rabia, pero de pitbull, es lo que me invade cuando me venden un libro de Historia apenas novelado como si fuera una novela: vaca vieja por kobe. Si, además, la trama nace del manido manuscrito encontrado por azar, me dan ganas de llamar a los bomberos de Farenheit 451. Ya no te cuento si, encima, el autor trabaja ex machina, con trucos de prestidigitador de picnic de empresa. Menos mal que lo saqué prestado de una biblioteca pública…
Raquel Martín Caraballo, tutora de ► Literatura Infantil y Juvenil
Me suelen caer muy mal las novelas con “exposiciones forzadas”. Me refiero a esos narradores que, de pronto, sin venir demasiado a cuento, se dirigen a mí como lectora, de manera directa, para explicarme las cosas. No suelo aceptar con mucho agrado la interrupción de esa voz (menos aún, cuando hay injerencia por parte del autor) que denota pedantería o torpeza mientras recurre a un mecanismo chirriante para presentarme cierta información que debería haberme comunicado de manera sutil. Me recuerda mucho a cuando alguien cuenta un chiste en una reunión y, a falta de carcajadas, se dispone a explicarlo. Es un fallo que detesto pero con el que, a veces, soy benévola. Sin embargo, el que no suelo perdonar de ninguna manera es el de un arranque flojo o mediocre. Creo, por eso mismo, que una de las cosas más difíciles de una novela es su comienzo. Si éste no es capaz de agarrarme por el pescuezo y meterme de un brusco empujón en la historia, si no me noquea en los primeros párrafos o páginas, si no hay una voz lo suficientemente potente que me convenza de que me quede con ella en las siguientes horas o días de mi vida, no suelo tener piedad con la novela. El comienzo de una historia es algo así como “el amor a primera vista”.
Víctor L. Briones, tutor de ► Creación y Lenguaje Poético
Isabel Martínez Barquero, tutora de Iniciación en el relato
Yolanda González Mesa, tutora de los talleres de ► Productividad para escritores y Scrivener
Chris J. Peake, tutor de ► Novela Fantástica
Otras cosas que me hacen dejar un libro, casi ofendido, es que sea predecible, o que no sepan encajar bien las piezas de la trama, y los conflictos no estén bien estructurados, lo que lleva a un libro a ser predecible y al autor a optar por soluciones a los conflictos que no son verosimiles. No dejemos de lado las malas expresiones, errores sintácticos o de ortografía (me molestan especialmente los “palabros”, como dice Rebeca en su punto 7º). Y para terminar, me indigna mucho que una historia no sea creíble, que haya errores lógicos, que los personajes no actuen en consecuencia con su forma de ser y su situación (especialmente esta última).
Un principio lento, sin ritmo, que aburre suele desestimular bastante a seguir leyendo; pero me ha ocurrido algo peculiar con, por ejemplo, “Los pilares de la tierra” y “Os sertões”. Las cien primeras páginas del libro de Ken Follet se me hicieron insufribles, pero se lo perdono sin dudar: valió la pena el esfuerzo de pasar ese principio. Euclides da Cunha se equivocó haciendo una introducción alocada de doscientas páginas por pensar que su libro ya no tenía actualidad simplemente como “La batalla de Canudos”, pero se lo perdono también; incluso Vargas Llosa se lo perdonó y se inspiró en esa obra para escribir “La guerra del fin del mundo”. Puedo perdonar un mal principio si lo que viene después merece el esfuerzo.
Lo que no suelo soportar bien es la repetición de temas, como la época en que todos los libros nos llevaban por las sendas de la cábala, del masonismo y de la magia negra para desvendar algún misterio cuya solución había estado oculta durante siglos. Ahora corren los tiempos de mundos paralelos o diferentes, de sagas de seres extraños… para decirlo más fácilmente: variaciones sin fin de “El señor de los anillos”.
Como escritor no me perdono cometer cualquiera de los errores que se han mencionado en esta mesa redonda.
Un saludo.
Hola, Óscar. Muchas gracias por tu visita y por sentarte con nosotros a compartir nuestra Mesa Redonda Virtual.
Un aporte muy interesante el tuyo, sin duda.
Saludos.
Lo que es interesante es el tema, Víctor. ¡Enhorabuena!
¡QUÉ BUEN TEMA, QUE COMENTARIOS MÁS LÚCIDOS…NO PARO DE APRENDER!
GRACIAS POR PERMITIRME REVISARME
Entonces estamos consiguiendo nuestro objetivo, Armando.
Gracias por tu visita y por tu comentario.